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viernes, 30 de octubre de 2009

¿El conocimiento hace feliz?

Hola, hoy hablaré sobre una de las preguntas que ha sido siempre objeto de debate entre los seres humanos a lo largo de la vida, ¿hace el conocimiento feliz?
Nuestro afán de conocimiento, propio de la naturaleza del ser humano, nos ha llevado a saber algunas cosas acerca de nuestra existencia y de nuestro entorno.
Pero, ¿este conocimiento nos ha ayudado en algún momento en la larga búsqueda de la felicidad? ¿O tal vez ha sido la causa, a su vez de la desdicha y de la felicidad?
Algunos piensan que la felicidad solo de consigue si eres una persona simple y despreocupada, sin ansias de conocimiento, como afirmaba
Sigmund Freud, “Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo”.
También se afirma que el conocimiento es un medio para evitar la felicidad, no para conseguirla, como se plantea en la obra “
El Príncipe Feliz” de Oscar Wilde, en el que se cuenta la historia de un príncipe que era feliz en vida con todas las comodidades dentro de los muros de su castillo, hasta que siendo una estatua mira desde el lugar donde está y al darse cuenta de todos los problemas que la gente tiene, queda abatido y ya no es feliz porque se siente impotente ante la desgracia de las otras personas que no podían vivir bien, debido a su precaria situación económica. Dejó de ser feliz al conocer el sufrimiento.
Sin embargo también es cierto que las personas necesitan saber y conocer, y si se necesita es porque no podemos evitarlo; ya que esta necesidad es una característica natural de los seres humanos.
Asimismo pienso que una persona sin ansias de conocer sería como una flor sin fragancia con respecto a su realización personal (no se sentiría una persona completa); como planteaba Maslow en su
teoría acerca de la necesidad de la autorrealización, es primordial que se llegue a la realización para obtener la satisfacción.
Las personas somos tan complejas como contradictorias, y nuestro comportamiento sugiere que no necesitamos conocer todo para ser felices. Sin embargo el mismo hecho de ser personas nos obliga a encarar esta sed de conocimiento, y que sin él tampoco podríamos lograr la felicidad, que es el más profundo anhelo del ser humano.
Sócrates decía que el hombre era malo por ignorancia. El hombre hace el mal porque no conoce el verdadero bien. (“Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.”)
Entonces podemos decir que si el conocimiento es aquello que denominamos como el bien, las personas solo podemos descubrir y aceptar el auténtico sentido de la vida mediante el conocimiento, es decir, solo podemos llegar a la felicidad a través del conocimiento.
Pero también muchas de las cosas que hacemos pensando que están bien, son en realidad cosas que están mal, y nos damos cuenta de ello porque no engrandecen el espíritu, el ser de uno mismo, que nos permite discernir cómo encontrar o lograr la felicidad. Y esto tiene que ver más con la emoción que con el conocimiento o con el sentir más que con el pensar.
Concluyendo puedo decir que no pienso que el conocimiento haga felices a todas las personas, pero si puedo afirmar que sin el conocimiento las personas no podrían lograr la felicidad.

1 comentario:

  1. ¿Y la gente que es feliz sin saber nada no sería, por tanto, auténticamente feliz? ¿Ha pues una felicidad verdadera y otra falsa?

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